A comienzos de la década de los cincuenta se produjo en Estados Unidos el surgimiento de un nuevo estilo de música popular: "el rock & roll". El término Rock-and-Roll fue utilizado en 1951 por Alan Freed, disc-jockey de Cleveland, tomado de la canción "My Baby Rocks Me with a Steady Roll".
Sus antecedentes más directos hay que buscarlos en el jazz, en los ritmos africanos trasplantados a los Estados Unidos por los esclavos y posteriormente desarrollados en las comunidades negras: el blues y el gospel.
El rock & roll nació como música claramente generacional, como una exigencia de ruptura con los géneros musicales anteriores. Fue patrimonio de una juventud que, por primera vez en la historia, no quería parecerse a sus mayores, representantes del puritanismo y el conformismo de la sociedad norteamericana. Su público estaba formado mayoritariamente por adolescentes que reivindicaron sus inquietudes y sus aspiraciones con la ayuda de éste nuevo género, cuya difusión por el mundo, breve pero espectacular, encontró en los medios de comunicación de masas su principal y gran aliado.
El rock & roll se convirtió rápidamente en la síntesis de una forma de vida. La juventud estadounidense encontró un cauce de expresión adecuado a sus necesidades en un sonido frenético y estridente que, a la vez, constituía una evolución de las raíces de la música popular, tanto negra como blanca.
Las primeras grabaciones se realizaron en las pequeñas casas discográficas de Memphis, Nueva Orleans y Chicago.
Muy pronto, el término "rock & roll" se aplicó de manera genérica al conjunto de la música popular de finales de los años cincuenta y pasó a designar, además de piezas que merecerían estrictamente tal calificativo, temas sentimentales interpretados por bandas de vocalistas negros, como los Platters, canciones de artistas blancos del ámbito urbano (Pat Boone, Paul Anka, Frankie Avalon) y todo un cúmulo de creaciones enormemente variadas.
A principios de la nueva década el fenómeno experimentó una breve revitalización, a la que no fue ajena la extensión de un baile cuya base era el blues ritmicizado: el twist, cuyo nombre está unido al del vocalista de color Chubby Checker.
El rock & roll es, en realidad, una forma de blues rítmico. Junto a las guitarras eléctricas, destaca una base rítmica dominante, donde el piano, la batería -que pasó a desempeñar un papel preponderante- y el bajo marcan con intensidad el comienzo de cada compás. Un tempo enérgico y dinámico, con sonoridades duras e intensas, y un estilo vocal estridente, de tono áspero, constituyen, asimismo, características básicas del género.
martes, 9 de febrero de 2010
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